Otra iniciativa que hemos llevado a cabo, como experiencia piloto, en distintos centros educativos ha sido el de “Recreos Inclusivos”, donde un alumno —voluntario— de una clase igual o superior “tutela” y acompaña a un menor con discapacidad tanto en el recreo como en determinadas actividades. Ha sido todo un éxito, con listas de espera de alumnos para acompañar y eso que solo tenían que hacerlo dos días en semana, otros dos días otro alumno y un tercero el restante.
Mediante este proyecto de Recreos Inclusivos, desde la Fundación AK Antonio Guerrero, que persigue lograr la verdadera integración de las personas con diversidad funcional, especialmente en su etapa escolar, pretendemos fomentar una buena convivencia entre todos los alumnos de los centros escolares públicos y concertados en Andalucía en los que se lleve a cabo esta iniciativa (con los que se suscribirá un Convenio de Colaboración a tal efecto), involucrando especialmente a menores escolares con Necesidades Educativas Especiales. Estos niños, en numerosas ocasiones, no pueden disfrutar de este tiempo de ocio con otros menores, ya sea porque no disponen de las estrategias necesarias para acercarse e iniciar el juego, o porque son estos otros menores los que les rechazan, debido a sus prejuicios acerca de estos compañeros a los que ven como diferentes, al miedo o a no saber cómo dirigirse o interactuar con ellos.
Mediante este proyecto planteamos cambiar esta situación dando la oportunidad, por un lado, a los niños con Necesidades Educativas Especiales para que puedan disfrutar de un recreo lleno de juegos, diversión, risas y amistad, y para que puedan mejorar sus habilidades sociales y ver enriquecida su vida escolar. Por otro lado, el resto de los alumnos que participarán en el proyecto, estos sin Necesidades Educativas Especiales, también mejorarán sus habilidades sociales y se producirá un aumento de empatía y de su autoestima al sentirse útiles y disponer de una nueva responsabilidad, sintiéndose parte activa de la comunidad educativa y agentes de cambio social. Esto es así porque, además, mediante este programa el alumnado que participa en el proyecto y su entorno social, se verán también beneficiados puesto que, en todo momento se está luchando contra el estigma social, mostrando a los niños desde el colegio que todos tenemos los mismos derechos y la misma necesidad de recibir cariño y que, de una manera u otra, todos somos iguales independientemente de nuestro aspecto exterior, nuestra manera de andar, hablar, o pensar, que no tenemos etiquetas y que un mundo, en el que todos seamos capaces de comprendernos y respetarnos, es posible.
Con estos “Recreos Inclusivos” hemos conseguido un doble resultado; por una parte, el menor con discapacidad ha estado acompañado, se ha incluido en grupos de juego, no ha sufrido acoso, exclusión, burlas, … y al acompañante le ha dado un plus, lo ha hecho mejor persona y tal vez, en la sociedad, hagan falta más buenas personas que ingenieros.
Este año se quiere hacer extensivo a todos los colegios a través de las Delegaciones Provinciales de Educación o las Federaciones de AMPAS.
Yo lo he puesto en práctica en un centro de secundaria, sin saber que ya existía, lo q me alegro muchísimo. Yo lo he hecho un poquito más extensible, he incluido el tiempo de ocio de los chicos fuera del centro y trabajando paralelo con las familias de los chic@s con diversidad funcional, que les cuesta soltar en este sentido y , aunque se puede entender, es fundamental para su calidad de vida, la de todos.
El problema surge cuando yo dejé de estar, x cambio de centro, pues todo este proyecto cayó.
X tanto, si las directivas no incluyen en su filosofía está dinámica, es difícil que se pueda mantener. X otra parte, si no hay un trabajo paralelo con las familias, esto tampoco se mantiene.
Aún nos queda mucho q aprender y hacer…
Necesito ideas de inclusión para este momento que estamos viviendo de pandemia.
Muchísimas gracias