El pasado jueves, día 13 de junio, recibo una llamada telefónica de una madre de un niño con 8 años, TEA semi verbal, de la provincia de Granada. La llamada era de angustia y casi desesperación.

Desde hacía unos dos años, su hijo tenía unos comportamientos disruptivos, se autoagredía y autolesionaba. El pequeño tenía serios problemas dentales, dos muelas rotas, le quedaban las raíces, caries. El pequeño estaba sufriendo, muchísimo, todos sabemos lo que es un dolor de dientes o muelas.

Habían ido al Materno Infantil de Granada, en Maxilofacial la atendieron muy bien, pero le dijeron que no tenían quirófano desde hacía más de un año y sin perspectivas de abrirlo.

La madre estaba al borde del caos, “no sé si tirarme por el balcón o tirarlo a él”. El pequeño, con su muy escaso vocabulario, decía “dientes, vamos, vamos”.

Como sabéis llevo desde junio de 2015, ya hace cuatro años, en estos menesteres. Esa era la llamada más angustioso que he recibido, y he recibido cientos, tal vez, miles.

Necesitaba un dentista con anestesista y ella no podía pagarlo y el sistema no podía atenderlo. Estaba clausurado el quirófano.

Eran las 5 y media de la tarde. Colgué con ella y llamé a Ana Carmen Mata, SG de Salud y Familias, “llama a Lina” -me dijo. Llamé a Lina García, la Viceconcesejera, le expliqué la situación con todo detalle, me escuchó atentamente,

“Antonio, pásame los datos y dime cuánto tiempo lleva en lista de espera”

“Desde agoto de 2018”, -le dije.

A las 23:24 horas, doce menos veintiséis minutos, de la noche de ese, todavía, 13 de junio, jueves; recibo un WhatsApp, muy escueto, era de Lina García, la Viceconsejera.

“Hola Antonio, la semana que viene lo intervienen” (escueto, ¿verdad?) pero cuánto contenido ¡¡¡

Le dije que le estaría eternamente agradecido, “Es mi trabajo, voy a investigar, pero todos los casos que conozcas me los pasas”

Llamé a la madre, no se lo creía y en su alegría, mezclada con el sentimiento de impotencia y sufrimiento por su pequeño con 8 años, TEA semi verbal, con la boca arrasada y sus golpes contra la pared o mordiéndose las manos, mientras decía “dientes, vamos, vamos”, me decía “¿Y los demás niños? Antonio, hay muchos así”.

¡Qué gran lección, como una madre se pone en el lugar de las otras!

Este pasado miércoles me dice la madre que el viernes (hoy) operaban a su hijo y a otra joven con 14 años.

Hoy, a las 12:55 del mediodía recibo un WhatsApp de la madre.

“Buenas Antonio, Ha estado en quirófano 3 horas y ya estamos en la habitación. La boca la tenía destrozada, inclusive molares permanente con caries muy profundas” y me pedía que le diese las gracias a la Viceconsejera.

Por supuesto lo hice inmediatamente, por WhatsApp, y me responde:

“Qué pena, Antonio, he dicho en todas las provincias que los localicen y los agilicen, a todos”

Como habréis podido observar sólo he hablado con la madre, solo dos veces, el día 13 de junio, con la Viceconsejera no ha hecho falta.

¿Qué decir ante esto? Cuando le dije gracias (a la Viceconsejera) me contestó que era su trabajo. Y es cierto, es su trabajo y lo ha cumplido, ha dado respuesta –rápidamente– a un problema de salud de un pequeño andaluz que necesitaba un anestesista en un quirófano.

Me pregunto si no era también el trabajo del Consejero y Consejera anterior, o de los viceconsejeros, y en última instancia de la Presidenta. Pues sí, era su trabajo, pero no lo hizo, por el contrario se cerró el quirófano de Salud Buco Dental o Máxilofacial, o como quiera que se llame.

Sería muy fácil ahora desprestigiarles y cargar contra ellos, pero no lo voy a hacer, solo le voy a decir lo que dice el último WhatsApp de la madre:

 

“El equipo fantástico, la boca de mi hijo y su sufrimiento ya no lo remediamos”. 

Como ha dicho antes la Viceconsejera, Lina García, quiere localizar a todas estas personas, independientemente de su edad que necesiten de ese anestesista, de esa salud buco dental y que por su diversidad o discapacidad es indispensable, insustituible y absolutamente necesario.

Desde aquí digo a todas las madres y familias en general que tengan estas necesidades que se pongan en contacto con las Delegaciones Provinciales de Salud, o, si lo prefieren, conmigo, a través del correo electrónico:

fundacion@fundacionantonioguerrero.org

Les prometo y garantizo que cómo me llegue la noticia la trasladaré a la Viceconsejera, y estoy seguro de que actuará con la misma celeridad que se ha hecho ahora. 

Quienes me escriban indiquen, por favor, el nombre del niño, fecha de nacimiento, lugar de residencia, un teléfono de contacto y una dirección de e-mail. Por supuesto la confidencialidad está garantizada.

El Patronato de la Fundación AK Antonio Guerrero. 670 86 36 86