El pasado lunes se celebró el acto de amadrinamiento de la Fundación por parte de la Hermandad de la Candelaria.
El templo lucía en todo su esplendor, completamente iluminado, las luces se reflejaban sobre los dorados de los distintos altares y envolvían pilares y bóvedas. En el altar mayor una Custodia; la imagen de San Nicolás de Bari presidía la hornacina principal del retablo del altar mayor. En la Capilla los titulares de la Hermandad, el Cristo de la Salud y la Virgen de la Candelaria. En lugar preferente, Álvaro, el Hermano Mayor, visiblemente emocionado, acompañado de otros miembros de la Junta de Gobierno.
La primera misa del Triduo fue relajada, el padre Miguel Ángel Núñez, hizo una preciosa homilía, meditada y profunda. Sin prisa. Habló del acto de amadrinamiento y estaba convencido de que la luz de la Virgen iluminaría a todos, especialmente a los niños y a los más necesitados e intercedería ante su hijo, el Cristo de la Salud, para que los protegiese. Dijo que -como cada lunes- fueron muchas las personas que pasaron a pedir a San Nicolás, unos salud, otros tal vez trabajo para ellos o su empresa. En ese momento pedí a San Nicolás trabajo para los empleados de la Fundación, están viviendo momentos de incertidumbre -como otros muchos en Andalucía-, por entregar el papel amarillo en lugar del verde o el epígrafe 5 en lugar del 1. Muchos de ustedes no entenderán lo que estoy diciendo, yo y muchos como yo no entendemos lo que está pasando. Desde el mes de noviembre del año pasado. Sí, hay muchos que lo estamos pasando mal. Pero no pedí por mí, pedí por ellos, por lo trabajadores de la Fundación, que era pedir por el resto de trabajadores en parecidas circunstancias en nuestra querida, larga y ancha Andalucía.
Nos acompañaron muchísimas personas, el Hermano Mayor de la Hermandad, Álvaro Delgado, el Diputado de Caridad José Antonio Fernández -que tanto ha tenido que ver para que este día llegase, y muchos miembros de la Junta de Gobierno, conocí al Fiscal de la Hermandad, Antonio Piruat, encargado de dar forma, con los dos fueros, del convenio que firmamos. Fantástico, ambas instituciones ayudando a los más necesitados, a los más indefensos, a los más vulnerables, a aquellos que están o pueden estar en riesgo de exclusión. Pero ahí, estaremos en nuestros CAIT, modernos, perfectamente equipados, con Sala Multisensorial de última generación y la Psicomotricidad y Fisioterapia que también lo estará, gracias a la Hermandad, su Junta de Gobierno, sus hermanos. Muchísimas ganas de comenzar, pero no lo hemos hecho gracias al del papel verde por el amarillo o el epígrafe 5 por el 1.
Nos acompañó el Comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón, se le veía gozoso, alegre, contento, de que en el barrio ya hubiese un Centro para atender a los pequeños con trastornos, con parálisis cerebral, autismo, problemas de la comunicación o del lenguaje, motóricos, sensoriales o intelectuales. Nos acompañó la Universidad Pablo de Olavide, Catedral del Saber, su vicerrector David Cobos y la Directora Académica de Integración y Diversidad Funcional, María José Parejo. Ambos lucían radiantes. Y nos acompañaron la Concejal Delegada del Distrito Sur y Educación, Marisa Gómez y su Directora General, Trinidad Camacho -dos lujos de personas, mujeres valientes y trabajadoras incansables, siempre con una sonrisa en su rostro y nunca un no por respuesta. Y Susana Cayuelas, Delegada Territorial de las Consejerías de Fomento y Cultura y Patrimonio Histórico. Nos descubrimos en una visita que nos hizo acompañando a la Consejera, Marifrán Carazo; porque a Susana Cayuelas hay que descubrirla y cuando lo haces quedas enredado en su saber estar, educación exquisita y eficaz e impecable gestora; a Alicia Martínez, creo que la hicieron con lo que quedó de hacer a los santos, Secretaria General de Vivienda vive por y para los demás, a ella le debemos muchísimas cosas; pero lo que más nos llena de orgullo y satisfacción es su amistad, es difícil describir a Alicia, y es difícil por lo sencilla que es. La cercanía de Carmen Cardosa, Viceconsejera de Igualdad y Políticas Sociales, todo entusiasmo, emotiva, sincera, la sonrisa preside su rostro y su mirada te penetra como el relámpago en una oscura noche de tormenta. Y Patricia del Pozo, la Consejera de Cultura. Nunca te deja indiferente, es imposible, su arrolladora personalidad te envuelve en un racimo de sentimientos. Humilde pero arrebatadora, con tesón, valentía, orgullosa de sí misma y de sus amigos. Siempre nos ha acompañado, jamás un no, ni una excusa, siempre a nuestro lado y el de nuestros pequeños, que son legión.
Ayer, Patricia hizo un giro precioso en su discurso, enlazó la leyenda del milagro del Cristo de la Salud en el nacimiento de la Hermandad -hace un siglo- con los pequeños milagros que cada día se vivirán en el CAIT de Polígono Sur y 3.000 viviendas gracias también al Cristo de la Salud, a través de su Hermandad, un siglo después. Nada más bonito que la llama, la luz, la candela, la Candelaria de la esperanza de un pequeño milagro.
Y Rocío y Miriam. Ellas saben lo que son para mí. Como siempre digo, un suspiro de Dios con un toque de azahar.
Por la Fundación, los profesionales, María Cortés, María Megina, Carlos Carrasco y por el Patronato, Inmaculada Ramos y Antonia Márquez, junto a Katy Herrero, su vicepresidenta.
El acto transcurrió con la serenidad de algo memorable. Será, para todos -estoy seguro- inolvidable. No sé si siempre se recordará que el día 31 de mayo de 2021 la Hermandad de la Candelaria amadrinó a la Fundación AK Guerrero; pero siempre quedará en la memoria de todos que la Hermandad nos amadrinó en su primer centenario, por encima de dias y meses. Lo que pervivirá será eso; el primer centenario.
Gracias a las personas que nos acompañaron, familiares, amigos, miembros de la Hermandad y otras personas que quisieron estar en el acto, como testigos de lo que ya es inolvidable para nosotros.
Y gracias a las personas que quisieron venir pero por razones de agenda no pudieron, nos quedamos con las entrañables palabras de Regina Serrano, Delegada de Salud y Familias en Sevilla “… es un orgullo como Delegada Territorial y como persona, comprobar como la Hermandad de la Candelaria ayuda desinteresadamente a esta Fundación con el objeto de poder seguir ayudando a niños, en riego de exclusión, una vez acabada la Atención Infantil Temprana a los 6 años.
Aunque la Delegada no pueda estar presente en dicho Acto, quiere transmitirle su reconocimiento y su labor de esa Hermandad y Fundación, para los niños de Atención Infantil Temprana…”
El Patronato de la Fundación AK Antonio Guerrero. 670 86 36 86
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