El día 15 de enero, en el discurso de debate de investidura del entonces candidato y hoy presidente de la Junta de Andalucía, JuanMa Moreno, se comprometía a aprobar una Ley de Atención Temprana y dotarla de más recursos.

El pasado jueves, día 28, antes de ayer, la Junta de Andalucía lanza el siguiente comunicado:

http://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/salud/141272/JuntadeAndalucia/ConsejeriadeSaludyFamilias/Salud/AtencionTemprana

Al día siguiente se hacen eco la práctica totalidad de medios de comunicación. 

He de reconocer que el comunicado me cogió, como creo a casi todos, por sorpresa. Sabía, porque así me lo habían comunicado, que el anuncio de la Ley de Atención Temprana estaba próximo, pero no pensé que sería tan rápido. También es cierto que el entonces candidato me dijo personalmente que si llegaba al gobierno, “antes de los 100 primeros días anunciaré la Ley de Atención Temprana“, creo que el anuncio se hizo en el día 67 de mandato.

No hemos leído una noticia en prensa, sino el órgano oficial de la Junta de Andalucía en la persona de Jesús Aguirre, Consejero de Salud; él es quien divulga la noticia y le da rango de oficialidad.

Siendo muy importante, que lo es, que el presidente cumpla sus compromisos, como hizo con el caso del pequeño Abel  que ya lleva una semana asistiendo al colegio; tal como prometió. Lo más importante, a mi modo de ver, es que se preocupa de una parte de la población que forma parte del futuro de Andalucía, que son muy vulnerables, que están en déficit de atención, que son fuente de conflicto o tensiones en el colegio, en la familia …

La Atención Temprana necesita una regulación por Ley, siempre he dicho que una Ley soporta muy bien el paso del tiempo y que es mejor “legislar que decretar“, ir al diálogo y consenso en lugar del “ordeno y mando“. Sé que la Consejería de Salud, en la persona de Ana Carmen Mata, Secretaria General de Familias ha mantenido múltiples reuniones con distintos entes.

En mi caso lo que más me ha alegrado y tranquilizado ha sido:

  1. Se va a regular por Ley la Atención Temprana.
  2. Se contempla, en el comunicado, la “segunda infancia“. La atención más allá de los 6 años.
  3. Especial atención al colectivo 0-3 años.

La atención más allá de los 6 años es mucho más importante de lo que podemos pensar. A partir de esa edad se deja en manos de la economía familiar el continuar con las intervenciones y recuperación de esos menores. Más allá de la discriminación que supone en base al poder adquisitivo de los padres, Lo grave, tremendamente grave, es que muchísimos niños no pueden seguir recibiendo las sesiones de terapia o intervenciones necesarias, por falta de recursos económicos. Muchos niños quedan fuera de la senda de la recuperación y los convertimos en pensionistas en plena adolescencia. Donde tenían, en muchos casos, que ir a un Instituto o centro de Formación Profesional, van a un Centro de Día. Además, eso trae crisis y tensiones en la pareja, en muchos casos ruptura familiar, separación, divorcio, estados depresivos y de fuerte estrés en las madres y resto de familia.

Por otra parte poner especial atención en el colectivo 0-3 años, es la filosofía, radicalmente contraria, a tiempos pasados muy cercanos, cuando era frecuente ir al médico porque el niño aún no habla o no camina y se decía “bueno, vamos a darle unos meses“. Aun con la mejor intención, de eso no cabe la menor duda, del médico. La consecuencia es que estábamos perdiendo un tiempo valiosísimo para la recuperación del niño. En esa edad la plasticidad del cerebro está en plena ebullición y en un momento álgido, está como la pella de barro del alfarero con su grado óptimo de humedad y del que con sus hábiles manos puede hacer una pieza preciosa. Si dejas pasar el tiempo y esa pella va perdiendo humedad y quedará en un terrón, reseco, de tierra, del que no podrás sacar nada.

Y aún mejor todavía, se confía en la recuperación de estos niños para su puesta en valor a la sociedad, la atención a la diversidad es concebida como una inversión y no como un gasto, cada uno en la medida de sus capacidades y posibilidades aportará al PIB de nuestra tierra.

El futuro está por hacer y escribir y debemos hacerlo entre todos, repito, entre todos, los que más capacidad tengan y los que menos. El más alto y el más bajo, el más fuerte y el más débil, el más listo y el menos avispado. Los que han nacido y los que están por nacer. Y esa recuperación y puesta en valor será posible, únicamente, con un marco legal adecuado, avanzado y vanguardista, pensado en el mañana y no en el ayer, contando con todos los profesionales de la salud, médicos, pediatras, neurólogos, neuropediatras, neonatólogos; investigadores y científicos, profesionales de los centros de recuperación, logopedas, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, músico-terapeutas, profesionales de la educación, maestros, profesores, educadores, pedagogos, profesores de formación profesional, de universidades, todos ellos y siendo la familia el auténtico motor de recuperación del menor. Si entre todos colaboramos y cooperamos esos niños serán capaces de crear riqueza, ser motivo de orgullo y satisfacción de sus familias, ellos se sientan útiles e incluidos en la sociedad. Debemos, además, eliminar barreras pero no solo los escalones que impiden el paso a una calle, sino las sociales que impiden el paso a vivir en plenitud como una persona más, diferente, pero con los mismos derechos y más necesidades.

La Ley la tiene el gobierno, espero que se debata pronto en el parlamento y pueda ser aprobada por unanimidad, ni los niños tienen color político ni las obligaciones, y por tanto los derechos, de los ciudadanos. Los derechos son los mismos gobierne quien gobierne.

Por último, como siempre he dicho, lo que pasó en la décima legislatura debe quedar en la décima legislatura. Encaremos el presente, que ya es pasado, con aire fresco y limpio, entre todos, al menos con esta población y las diferencias políticas queden para otros menesteres.

El Patronato de la Fundación Antonio Guerrero. 670 86 36 86