Es hora de que nos llevemos alguna alegría las familias de Atención Temprana. Ayer el Consejo Económico y Social del Parlamento emitió su parecer sobre la Ley de Atención Temprana, tan esperada desde hace demasiado tiempo.
El siguiente trámite es el informe o su parecer del Consejo Consultivo. Desde aquí pido al gobierno y parlamentarios que trabajen lo más rápidamente posible para que esta Ley sea una realidad en el más breve plazo de tiempo posible.
Y se lo pido a todos los parlamentarios. Aquí no hay color político, nadie -desde las más alejada izquierda a la más alejada derecha- está libre de que le nazca una hija o un hijo con trastornos en su desarrollo, sobrino o nieto. Como tampoco lo están los/las del Consejo Consultivo. Por eso les pido que pongan todo el cariño posible. Son casi 40.000 niñas y niños de 0 a 6 años los que tienen trastornos. La Ley de Atención Temprana significa un antes y un después para ellos y para sus familias en la triple vertiente de Salud, Educación y Derechos Sociales.
Esta Fundación, y antes la Plataforma de Atención Temprana, venimos trabajando, dialogando, creando sinergias y alianzas para que tengan la mejor atención posible. Les queda el resto de sus vidas y es ahora, en los primeros años cuando más debemos trabajar con ellos, cuando su cerebro está en plena ebullición de plasticidad. Debemos mejorar sus calidades de vida, que adquieran el máximo nivel de autonomía posible y si no pueden más sea por sus limitaciones pero no por falta de apoyos, medios o voluntades. A la vez que debemos conseguir que sean felices, se incluyan en sus aulas con sus iguales, no haya acoso, burlas; corran, jueguen se caigan, rían o lloren como el resto de los niños.
Aprovechamos para pedir a la Consejería de Salud la máxima eficacia para la resolución de los Conciertos Sociales. Hay CAITs perfectamente equipados, con Salas de Psicomotricidad y de Estimulación Sensorial, esperando la resolución de esos Conciertos. Se están perdiendo días preciosos e irrecuperables para esos menores, pues un día perdido no se recupera, es un paso atrás, aunque mañana de dos sesiones, la perdida, ayer u hoy, es un tren que ya pasó.
O la paradoja de que a igual trabajo, unos CAIT cobran a 22 € la sesión, mientras que otros a 28 y algunos con las puertas cerradas desde hace un año y medio.
He tenido la oportunidad de hablar sobre la Ley de Atención Temprana con todos y cada uno de los grupos parlamentarios en el pasado mes de febrero. Todos, sin excepción, coinciden en la urgentísima necesidad de esa ley. En todos los casos me han hablado, muchos en primera persona de tener una hija o un hijo, con trastorno del espectro autista, con parálisis cerebral, S. Down, de Drave, déficits motóricos, sensoriales o intelectuales. En otros casos de algún familiar o de algún amigo, vecino o compañeros de colegio. Repito, nadie está libre de tener una hija o un hijo con trastornos en su desarrollo. Pero sí está en vuestra manos, miembros del Consejo Consultivo, letrados del Parlamento de Andalucía, parlamentarios del todo el arco político el ayudarnos a las familias a llevar de la mejor manera posible y con todos los recursos necesarios a esos pequeños.
Esa ley debería llevar bastante tiempo aprobada. Por favor, no la retrasen más.
Antonio Guerrero. Presidente de la Fundación
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