El caso de Abel, el pequeño de Marchena que lleva el curso pasado y el actual sin asistir al colegio, sigue sin resolverse.

Si bien es cierto que el viernes pasado, en reunión de esta Fundación con la DG de Participación y Equidad, María Isabel González Gómez y con el Jefe de Servicio de Orientación Educativa y Atención a la Diversidad, Manuel Vázquez Uceda,se nos comunicó que está ultimado el convenio entre las Consejerías de Educación y Salud para que entre ambas se dé solución a las necesidades que en el ámbito de la salud se necesita por parte de los alumnos en educación. Así, Manuel Vázquez nos habló de que se va a realizar un listado de los alumnos que en cada centro escolar necesiten de esa figura complementaria y en base a qué. Nos habló del Pilotaje de Diabéticos no autónomos, todos los menores de 8 años, y de mayor edad si no habían alcanzado el nivel de autonomía necesario, en coordinación con la dirección del Plan de diabetes de Andalucía. También se nos dijo que se van a designar personal sanitario de referencia para cada centro, de manera que a determinadas horas se personen en los centros educativos para atender a esa población, diabetes, sondajes, aspiraciones y el larguísimo etcétera de necesidades sanitarias que precisen los niños de Andalucía.

No obstante, cuando sacamos el nombre de Abel, no nos supieron dar respuesta. Se nos remitió a la Delegada de Educación en Sevilla, Francisca Aparicio, a la que ya he pedido cita, y Manuel Vázquez nos decía que la Delegada siempre ha dicho que el profesorado ha recibido formación sobre reanimación cardio pulmonar. Siendo esto cierto, ha sido el propio personal el que ha pedido a los padres que no lleven a Abel al colegio, pues en caso de crisis, con el consiguiente paro cardiaco, nadie iba a tocar a pequeño.

Les explicamos  y entendieron que una cosa es la formación teórica sobre maniobras de RCP (reanimación cardio pulmonar) y realizarla sobre un objeto inanimado, un muñeco simulando a un niño y otra, muy distinta, es realizarla sobre un niño –de carne y hueso-, con el corazón parado, donde solo tienes 4 minutos para que o no lo recuperes y pueda morir, o lo recuperas tarde y las lesiones de muerte cerebral o daños cerebrales irreparables van a acompañarlo el resto de su vida.

En un ejercicio de abstracción, estuvieron de acuerdo en que el supuesto sobre un muñeco no debe ser causa de estrés, donde los errores se pueden corregir, si los has hecho mal, lo repites, pues es algo inanimado, y otra muy distinta es el caso real de un niño. Entendieron, desde el punto de vista humano y personal, que nadie del colegio estuviese dispuesto a tocar al niño. Pero eso era desde el punto de vista personal, de Maribel y Manuel, pero desde el puesto de DG de Participación y Equidad y de Jefe de Servicio de Orientación Educativa no tenían respuesta más allá de derivarnos a la Delegada de Sevilla, que tampoco tendrá respuesta.

No vamos a entrar en la actitud y determinación de los padres de no llevar a su hijo al colegio hasta que la solución esté. Casos como el de Abel hay muy pocos en Andalucía y, estando presente la figura del profesional sanitario en otras regiones de España, ¿por qué no hacer esa experiencia piloto en el CEIP Maestra Ángeles Cuesta de Marchena de Educación para la Salud? En numerosas ocasiones hemos publicado que Andalucía es la región con más embarazos no deseados en la adolescencia, que 4 de cada 10 niños son obesos y que 7 de cada 10 consumen alcohol antes de los 14 años. ¿No puede esa persona impartir hábitos saludables de alimentación, higiene, sexualidad, … entre la población escolar?

Si ese pilotaje se llevase a cabo, si Abel, entra en crisis esa persona estaría allí para practicar la RCP.

Alguien puede estar pensando que si a Abel se le proporciona ese recurso, inmediatamente se iba a pedir para todos los colegios de Andalucía. Craso error, nos parece bien ese protocolo firmado entre las Consejeria de Educación y Salud para que, a determinadas horas, se desplace el profesional sanitario a atender a los alumnos. Si hay otros casos tan dramáticos como el de Abel, con serio riesgo de muerte o daños cerebrales irreparables, ahí sí se podría y debería llevar a cabo ese pilotaje. Les puedo asegurar que son sólo un puñado de casos, muy pocos.

La solidaridad es un bien escaso, aunque hay muchas personas solidarias. La administración tambien debe ser solidaria y no seguir siendo un ente abstracto, inanimado, con una maquinaria burocrática, complicada, inmensa y –a veces– desesperante.

La Presidenta, Susana Díaz, ha dicho hace unos días que Andalucía va a terminar el ejercicio con superávit. El coste de un puñado de profesionales sanitarios repartidos por Andalucía sería irrisorio, tan solo alguna millonésima de punto, no más. Pero además, en la Consejería de Educación si existe el perfil de sanitario, en todos los Centros de Educación Especial, hay médicos, enfermeros, auxiliares, … No sería iniciar un lento y largo proceso de crear un perfil específico, informes de los juristas, interventores, … No, si acaso, un concurso de traslado, dentro de la misma administración, Consejería de Educación.

Lo que no podemos es contemplar este partido de pin-pon, donde la pelota va de TorreTriana a Delegación, de Maribel a Manolo, de Manolo a Curri, de Curri a los padres, los profesores del Maestra Ángeles Cuesta pidiendo que el niño no aparezca, el pequeño sin poder ir al colegio, jugar con sus iguales, aislarlo socialmente, la madre sin poder perder de vista, un solo instante, a Abel.

En estas andábamos hace unos días, cuando recibo una llamada telefónica del Bufete Osuna, muestran mucho interés en el caso, quieren hablar con los padres y poder llevar el caso. Como es lógico, les facilité el teléfono de los padres, hablaron y se quedó en una cita para el día siguiente. A petición de los padres, los acompaño. La entrevista, sin prisas, D. Fernando Osuna va haciendo preguntas para conocer la realidad del caso. Le dice a la familia qué línea de defensa o actuación ve conveniente, la familia le dice que hay una letrada que lleva el caso, D. Fernando le dice que es su decisión pedir o no la venia, los padres asienten, se lo comunica a la letrada; le facilita los datos de contacto y se queda en enviar toda la documentación que se les requiere. D. Fernando Osuna les dice, muy claramente, que el Bufete corre con todos los gastos. Que tendrá coste cero para la familia, cosa que agradecen, ellos y yo mismo.

El Bufete Osuna goza de gran prestigio en el sector, ha llevado y lleva casos complejos y muy mediáticos, se ha puesto a una docena de letrados a trabajar en el caso y entre mañana lunes o el martes se presentarán las acciones que el Bufete entiende oportunas en los juzgados, estamentos o instituciones pertinentes.

El caso de Abel es conocido en casi toda España, podría contar muchas anécdotas de personas que han reconocido a José Luis como “¿usted es el padre de Abel?“, los medios de comunicación están interesados y unos se han hecho eco del mismo y otros están mostrando ahora interés y deseos que darle cobertura. Hablamos de cadenas nacionales de televisión en programas de máxima audiencia.

Casos como el de Abel hay pocos en Andalucia, algunos más en el resto de España, pero todos, absolutamente todos, tienen derecho a asistir a las escuelas, jugar e interactuar con sus iguales, caerse, correr, llorar y reír como un niño más. Con su trastorno, con su mutación genética, con sus dificultades, pero los mismos derechos. El interés superior del menor está contemplado desde la Declaración de los Derechos del Niño de la ONU, Unicef, hasta la más concreta de leyes, pasando por Constituciones, Estatutos de Autonomía, Leyes de Educación, de Salud, de Derechos Sociales … En todos sitios está, en todos sitios aparece, en la gran mayoría de los casos se respeta y se lleva a cabo, pero es en lo concreto donde se definen los pueblos, los mandatarios, los políticos, los gestores. Lo que marca la diferencia, lo que atañe a muchos, lo general, está previsto y se resuelve, pero lo concreto, lo específico de tal o cual persona, ahí el sistema hace aguas, pero esa vía de agua es fácil de solucionar, sólo hace falta voluntad de arreglarlo.

Le pido a la Presidenta, Susana Díaz, con el mayor respeto y con toda mi humildad, que como última y máxima responsable del bienestar de los andaluces sea quien dé la orden de solucionar lo concreto, no tiene que decir cómo, para eso están los técnicos. Sino tomar la decisión. Abel y otros niños si serán tratados como los demás, simplemente, sólo se pide eso, como los demás, cubrir sus necesidades, en este caso especiales, pero debe haber respuestas, hay soluciones, muy baratas, sin esfuerzos, pero hay que tomar la decisión. Tómela, Presidenta y abandere la igualdad, y el interés superior del menor sea una realidad en Andalucía y no un deseo.

Antonio Guerrero. Presidente de la Fundación. 670 86 36 86