Anoche, en Almuñecar, preciosa localidad granaína donde pasamos el mes de agosto desde hace más de veinte años, fuimos -Katy y yo- a ver un concierto de Laura Gallego. Una joven de la provincia de Cádiz, que se define como folclórica, canta canción española, una delicia escucharla.

Casi al final del espectáculo, recordando a Rocío Jurado, comenzo a cantar, de menos a más

Qué no daría yo por empezar de nuevo, a pasear la arena de una playa ….

Fui rememorando mi propio yo, desde pequeño. Eché -sin mirar-, la vista atrás y en los poco menos de 3 minutos que duró la canción, me vi de adolescente, padre y abuelo. No me puedo quejar de la vida, sería injusto y aunque no siempre me mostró su mejor cara, le estoy agradecido. Me arrepiento de cosas y me alegro de otras.

Pero yo no quiero comenzar de nuevo, no daría nada por comenzar de nuevo.

Nada puede pagar lo que he vivido junto a Katy -mi eterna compañera- desde julio de 2015 hasta hoy.

Katy y yo teníamos una vida acomodada, tranquila. Rutinas agradables, paseos, gimnasio, viajes.

¿Las necesidades de mi nieto? Atención, por parte de terapeutas. No existía el derecho, no había nada que regulase sus derechos. Sus necesidades las podía pagar mi hijo. Pero una noche de julio de 2015, Katy y yo, fumando un cigarrillo, en el patio de casa, -bajo una Kentia de 3 metros-, nos preguntamos qué hacían los miles de familias que no tenían recursos, que no podían pagar las necesidades de sus hijos. Nos miramos y sin decir nada nos dimos la mano y apretándolas, dijimos “algo tenemos que hacer”.

Ese fue el comienzo del cambio de nuestras vidas, menos paseos, menos gimnasio, menos viajes.

Más hablar con las Consejerías de Salud, Educación, Igualdad, con los grupos parlamentarios, con gobierno y oposición. Pero sobre todo sentir el cariño, el calor, la solidaridad y el agradecimiento de miles de personas, familias y profesionales, de toda Andalucía. Ese fue el comienzo del cambio de nuestras vidas y de la Atención Temprana.

Han sido 8 largos años, duros, con muchas sombras y pocas luces. La oposición -partidos que ya no existen, Podemos, Ciudadanos-, nos apoyaban y Izquierda Unida y Partido Popular. ¿El gobierno? Susana Díaz jamás nos recibió, ni nos ayudó. Y había muchísimas, miles de familias votantes socialistas con hijos con necesidades especiales.

Se redactó y debatió una Ley de Atención Temprana en febrero de 2016, toda la oposición la apoyaba. El mismo día de la votación, Ciudadanos, a través de Marta Bosquet, me dijo que en una conversación de mujer a mujer con la presidenta Susana Díaz, cambió el sentido del voto y rechazó la ley, pero -eso sí- “que confiara en ella“. Largos eran los tentáculos de Susana, tentáculos que un par de años después los andaluces le cortaron.

¿Tuvo esto algo que ver? No lo sé, pero una madre hace por su hijo indefenso y desprotegido lo que haga falta. Como una leona del Serengueti, recién parida, y alguien quiere arrebatarse a sus cachorros.

Aquello fue el inicio de una larga travesía por el desierto. Hasta el año 2023 no se ha aprobado la Ley de Atención Temprana.

Aquel mismo 2016, JuanMa Moreno, estando en la oposición y sin visos de llegar a San Telmo me dijo -apretando mi mano con la dos suyas-, “Antonio, si algún día soy presidente habrá una Ley de Atención Temprana

¿Promesas de políticos que nunca se cumplen? TODOS HUBIERAN DICHO “POR SUPUESTO”

Siempre he tenido una relación especial con JuanMa (no estoy hablando de él como presidente, sino como amigo y cómplice), luego estaba seguro de que cumpliría su promesa, de lo que no estaba seguro -para nada, ni siquiera él- es de que alguna vez ocupase el despacho del Palacio de San Telmo.

Pues dentro de esos 8 largos años, JuanMa llegó a San Telmo. Y no en la primera, pero si en su segunda legislatura se aprobó la Ley 1/2023 de Atención Temprana. Fue la primera de la legislatura, fue un regalo y reconocimiento a más de 40.000 niñas y niños de la bendita tierra andaluza.

En el momento en que Jesús Aguirre, Presidente del Parlamento Andaluz, dijo “Queda aprobada la Ley de Atención Temprana“, JuanMa, se levantó de su escaño, al lado del estrado. Yo estaba en la tribuna de invitados del Salón de Plenos, Se abrochó el botón de su chaqueta y en un lento pero orgulloso caminar se dirigió a mí y nos fundimos en un largo y apretado abrazo. Me agarró de los hombros, como siempre hace, y mirándome a los ojos me dijo “Esto no hubiera sido posible sin ti“. Sin mi y sin muchos que no voy a citar para no olvidar a nadie pero fueron muchas y muchos. Aunque en muchos momentos -Katy y yo- nos sentimos solos. Sobre todo cuando había que enfrentarse al poder establecido “ahí, …. Antonio, eso a ti se te da mejor…”

Ahí cumplió su promesa, ahí mi nieto que había cumplido 9 años ya tenía sus derechos por ley, con años de retraso pero por ley, él había propiciado que Katy y yo -de manera incansable- luchásemos contra viento y marea por estas niñas y niños, por sus derechos, por sus familias, madres, padres, hermanos. Por la niña que teniendo ahora 12-14 años y dentro de otro tanto quede embarzada, si “le toca”, que ya tenga su hija o hijo todos y cada uno de sus derechos cubiertos por ley.

Jamás desfallecimos y momentos y circunstancias hubo para escribir un libro.

Un día, dijo Lina García, siendo Consejera de Salud, dijo en Málaga, en un reconocimiento a la Fundación, “En constancia y tenacidad, Antonio tiene un doctorado”. Lina fue medular en todo esto, estuvimos codo con codo en toda la primera legislatura y luego en la segunda,

Aún quedan cosas. La Ley de Atención Temprana necesita más dotación presupuestaria. El Consejo de Atención Temprana y la Comisión Técnica de Atención Temprana.

Las listas de espera deben desaparecer. A la menor sospecha de que algo no va como debe ir, se debe derivar al pediatra de atención primaria, o desde los servicios de neonatología, a las Unidades de Seguimiento y Neurodesarrollo e incorporación al CAIT, en su caso, a la mayor brevedad posible.

Un día perdido en atención temprana es un pequeño drama y hay demasiados pequeños dramas, cada día, en Andalucía.

Los Conciertos Sociales deben ser mejorados y revisados sus pliegos, los CAIT específicos deben ser reconsiderados, las sesiones asignadas a los lotes deben ser ajustados y responder a la realidad y necesidad.

Ahora no es el momento de JuanMa. Él cumplió lo prometido a miles de familias andaluzas a través de una mirada entre él y yo con un brillo especial porque sabíamos que quedaba un muy largo camino, pues lo primero era llegar a ser presidente. Cosa nada fácil, llena de zancadillas que no vienen a cuento.

Ahora es el momento de la Consejería de Salud; de la Consejera, Lina García, y del SG de Humanización, Francisco Javier Vázquez, con quien, por supuesto, ya he pedido reunirme.

Por eso y por mucho más “no daría nada por empezar de nuevo“. No estoy cansado y a mis 68 años tengo las mismas ganas de seguir que aquella noche de julio de 2015, en la que, Katy y yo, fumando un cigarrillo, en el patio de casa, -bajo una Kentia de 3 metros-, nos miramos y sin decir nada nos dimos la mano y apretándolas, dijimos “algo tenemos que hacer”.

Hoy somos Fundación AK Antonio Guerrero, con dos CAIT, en Polígono Sur y 3.000 viviendas en Sevilla, donde esperamos se normalice la situación y puedan ser atendidos los menores que no quieren salir del barrio y necesitan –como el comer– de Atención Temprana y Pizarra (Málaga), modélicos en dotaciones, mobiliario, confort y tecnología de última generación, con proyectos de crecimiento y expansión. Con proyectos ilusionantes financiados por la Unión Europea a través de Fondos NEXT N1 y N2.

Por eso y por mucho más no me sirve el “qué no daría yo por empezar de nuevo“, si cada día, son para Katy y para mí un empezar de nuevo, nuestras trabajadoras y trabajadores. Principal componente del capital real de la Fundación, jóvenes, muy jóvenes pero ya expertas y con sólida formación.

Dos últimos años casi para olvidar, pero la constancia y tenacidad han hecho que los superemos y lleguemos aquí, con ayuda, poca, y zancadillas, con errores -propios y ajenos-, con proyectos pendientes de resolución en Diputación de Málaga, Obra Social la Caixa, Consejería de Igualdad, tanto en autofinanciados como en 0,7 IRPF.

Comenzamos como Plataforma de Atención Temprana, hoy somos Fundación AK Antonio Guerrero y ya atendemos a todas aquellas personas en la discapacidad, sin distinción de edad.

En el mes de noviembre en nuestra sede de Avenida del Reino Unido de Sevilla abriremos al público y sociedad en general sendos gabinetes de Psicología y Logopedia. La salud mental es un objetivo vocacional de la Fundación y la prevención es la mejor manera de una madurez y envejecimiento activo.

Antonio Guerrero. Presidente de la Fundación