El martes, día 6 de octubre de la semana pasada, tuve una comparecencia en la Comisión de Educación en el Parlamento de Andalucía, para un pacto social por la educación.

En mi intervención, que contó con la colaboración inestimable de María José Morillo y Manuel Sánchez Rubiales; defendimos, en primer lugar, la educación inclusiva, como un derecho universal, contemplado tanto en nuestra Constitución como en la Convención Internacional de las Personas con Discapacidad, ratificada por nuestro país en 2008 y materia pendiente de que sea una realidad y no un deseo.

No caben retrasos ni excusas -dijimos-. No podemos seguir a la espera de que las conversaciones para lograr una ley educativa de consenso finalicen, cruzando los dedos para que los partidos políticos lleguen a un acuerdo, mientras las vidas de nuestros hijos transcurren en el limbo, abocados a un sistema asistencial.

Y añadimos

Es el momento de ponerse en marcha, es el momento de estudiar modelos de éxito y realizar un plan de implantación, con planificación temporal y asignación presupuestaria, para que la educación en España sea una educación digna para todos. Ésta debería ser una prioridad para todos los partidos. Esto supone que todas las fuerzas políticas alcancen un consenso, supone compromiso, esfuerzo y trabajo de todos.

No resultará una tarea fácil, pero es necesario acometerla y es necesario hacerlo ya. Es obligación de las distintas fuerzas políticas constituir un espacio que permita avanzar en un tema tan importante como que la educación sea para todos, así nos lo reclaman distintos organismos internacionales, así lo reclamamos las familias y, los verdaderos protagonistas de todo esto, nuestros hijos.

Hablamos de reducir ratios y de oportunidades laborales para nuestros hijos, especialmente a aquellos con diversidad funcional a los que el sistema expulsa a los 21 años; en muchos casos antes; si no de una manera efectiva, sí funcional.

Apartándolos, dejándolos a merced de ellos mismos, o sea, del fracaso.

Pedimos la figura del profesional de enfermería escolar y una profunda reflexión sobre la idoneidad del sistema educativo, pues entendemos se están pidiendo cosas a los niños para las que su cerebro aún no está preparado.

Mostramos nuestra preocupación por el acoso, exclusión y excesivo uso de tablets o teléfonos móviles.

No estamos dejando a los niños ser niños

Los fracasos escolares, absentismo, cada vez más alumnos NEAE.

Obedece a un patrón del que los alumnos no son los únicos responsables.

…será imposible lograr la verdadera inclusión si desde edades muy tempranas no trabajamos en el reconocimiento y la valoración de la diversidad como condición perfeccionadora del ser humano, teniendo presente el papel importantísimo que en este acercamiento juegan las emociones. No podemos aprender de aquello que no está presente en nuestras vidas. De ahí la importancia de que todos los niños compartan los mismos espacios, con independencia de sus condiciones sociales, personales o culturales...”

Os dejamos el enlace del video para aquellas personas que quieran ver la intervención.

Comparecencia en la Comisión de Educación del Parlamento de Andalucía de la Fundación AK Antonio Guerrero

Aprovechamos, ya que estamos hablando de diversidad funcional, para recordar al gobierno que el presidente JuanMa Moreno prometió una Ley de Atención Temprana, no solo en su campaña electoral sino en su discurso de investidura, va a hacer dos años de eso y aún seguimos esperando.

Sabemos que la ley está redactada, lo que no sabemos es dónde está ni en qué momento de tramitación o de procedimiento, ni siquiera sabemos si está registrada.

Cuando hemos preguntado siempre se nos ha dicho “me han dicho que está muy próxima a salir”, siempre en tercera persona. Pero la realidad es que llevamos casi dos años de espera.

A partir de ahora preguntaremos a través del Portal de Transparencia, ahí -al menos- están obligados a informar.

Pero no solo debería estar en vigor la Ley de Atención Temprana, sino la nueva regulación de los CAITs mediante Concierto Social.

Somos conscientes de que la incidencia de la pandemia del COVID19 ha influido en casi todo, pero la vida continúa, cada día amanece y nuestros hijos y nietos con trastornos en su desarrollo no entienden de virus, tensiones entre partidos o retrasos legales, necesitan ayuda, seguirán con sus trastornos, pero si los ayudamos podremos mejorar sus condiciones y calidades de vida y las de sus familias y la de toda la sociedad en general.

Esperamos que todo se resuelva de la mejor manera y a la mayor brevedad.

El Patronato de la Fundación AK Antonio Guerrero